En los últimos tiempos nos han hablado mucho sobre energías limpias y de energías renovables para preservar el planeta y realmente contribuir a una sustentabilidad ambiental, ¿pero son lo mismo?
La respuesta es que no y he aquí las diferencias:
La energía limpia es una fuente de energía que no requiere ni genera contaminación o residuos al planeta. Ejemplo de ella es el eso de la energía solar cuando al poner una cubeta o balde con agua se calienta por recibir los rayos de sol.
La energía renovable se obtiene de fuentes que no se van a acabar en un determinado plazo. En éste tipo de definición sí se considera un impacto o generación de residuos peligrosos al medio ambiente.
Ejemplo de ello es el sol, viento o el agua, en sus modalidades de energía solar, energía eólica, energía hidroeléctrica o geotérmica, respectivamente.
Viendo estas diferencias es posible comprender que es muy difícil generar una energía realmente limpia para utilizar en cualquier actividad humana, por ejemplo prender una licuadora, cargar el celular, iluminar calles por la noche, etcétera. Así mismo, siempre se van a generar daños al ambiente, por ejemplo de relación de aves con las torres de energía eólica. O cuando termine la vida útil de los equipos o sistemas utilizados, a pesar de que existan formas es las que se puede reutilizar algún elemento siempre habrá algún desecho.
Y entonces, ¿qué se puede hacer?
Ser conscientes de la energía que estamos consumiendo (generalmente es energía eléctrica y combustibles pétreos, que dicho sea de paso son fuentes de energía no renovable).
Pareciera contradictorio que por un lado hay fuertes campañas sobre reutilización, donación y reciclaje de objetos, equipos, ropa y, cambio de hábitos, mientras que por otra parte existan también campañas para consumir equipos y programas para automatización en oficinas, comercios y ahora se facilita cada vez más en viviendas, por ejemplo programar que una cafetera se conecte a cierta hora, programar el apagado de focos, abrir y cerrar puertas o ventanas, etcétera.
Pareciera que es un doble discurso. Sin embargo el truco es ser conscientes de lo que utilizamos y cómo/cuándo es prudente usarlo. Planeta habitable solamente hay uno, Marte de momento no está a nuestro alcance además de que no tenemos porque ir a contaminar otro planeta cuando tenemos la responsabilidad de cuidar el nuestro.
Por Arq. R. Ramírez